Youth Group

Temas importantes para los jóvenes

El objetivo de un grupo juvenil es fomentar el debate con los jóvenes sobre sus vidas y el desarrollo de su fe. Puede ayudar a los jóvenes seguidores a tomar decisiones inteligentes y a superar las presiones que experimentan en su vida cotidiana. A través de estos grupos juveniles, las personas pueden aprender más sobre sí mismas y sentirse seguras de quiénes son. También pueden sentirse más en contacto con su fe.

Puedes planificar debates de grupos de jóvenes con temas variados en los que hablaréis de muchos aspectos de sus vidas. Los temas de debate que puedes diseñar pueden ser muy interesantes, así que fíjate bien en lo que conviene a tus participantes. Establecer una discusión con los temas adecuados puede influir en el buen desarrollo de la misma, especialmente en lo que se refiere a cómo se siente la juventud de hoy en día sobre diversos conceptos.

Crear preguntas inteligentes

En un grupo de jóvenes, el balón echa a rodar cuando se te ocurren preguntas atractivas, pero debes planificarlas bien. Las preguntas que hagas deben ser atractivas y estar preparadas para que la gente hable de las cosas que más les interesan.

Estas preguntas pueden incluir muchos conceptos:

  • Lo que la gente podría cambiar si pudiera cambiar algo de su vida
  • Las cosas que más molestan a la gente
  • La palabra con la que alguien se desea a sí mismo
  • Cosas que la gente hace para divertirse
  • Puntos sobre las personas que son únicos o que pueden hacer que alguien se sienta diferente a los demás

Puedes utilizar estas y otras preguntas como puntos de partida para iniciar la conversación. Estas ideas también pueden ayudar a los participantes a abrirse y sentirse más seguros a la hora de interactuar contigo durante el debate.

Pero haga lo que haga, asegúrese de que las preguntas sean lo más abiertas posible. Evita las respuestas de una sola palabra, ya que debes dar a los participantes la posibilidad de compartir sus ideas.

Incorpore temas relevantes

A continuación, tienes que analizar cómo introduces los temas y cómo quieres discutir estos puntos con los demás. Después de un tiempo, puedes empezar a introducir temas esenciales y relevantes en el debate sobre el trabajo con jóvenes. Estos temas pueden incorporar diversas preocupaciones que tienen los jóvenes.

Puedes incorporar a tus debates muchos temas que merecen la pena, como las drogas y el alcohol, el acoso escolar, las adicciones a Internet y la imagen corporal. Es posible que tus participantes se hayan enfrentado a diversas formas de presión y estrés a lo largo de los años, y hablar con ellos sobre lo que están experimentando puede ser útil para establecer un debate positivo.

Algunos temas adicionales también pueden referirse a cómo los más jóvenes pueden tener dificultades para prepararse para ciertas cosas en el futuro. Muchos miembros de grupos de jóvenes tienen dudas sobre cómo se están manejando, ya que es posible que no entiendan todos los conceptos en los que se están adentrando.

Youth Group Prayer

Comprender el yo

El yo es el siguiente aspecto a explorar en una discusión. Una parte útil de la planificación de un debate en un grupo de jóvenes consiste en animar a los miembros del grupo a hablar sobre quiénes son y qué sienten. En un grupo puedes hacer preguntas sobre:

  • Qué siente la gente por su fe
  • Cómo empezó la gente a pensar en Dios y cómo quiere Dios que vivan sus vidas.
  • Cómo eligen las personas sus relaciones y amistades, y qué es lo que más ven en los demás.
  • Qué piensan de los demás y cómo ven los distintos puntos de vista

Animar a la gente a hablar de sus sentimientos y de lo que piensa de sí misma y de sus opiniones puede ayudar mucho a fomentar un debate positivo entre todos. Comprendiéndose unos a otros, las personas pueden aprender a ser mejores.

Tus temas sobre la comprensión de uno mismo no tienen por qué estar directamente relacionados con la fe de nadie. Pero las ideas que incluyas pueden ayudar a suscitar una discusión sobre la fe de alguien y cómo funciona. Puedes utilizar tantas ideas como sea posible en esta situación, pero asegúrate de que, cuando prepares algo para una discusión, estés planificando un enfoque inteligente para reconocer las necesidades que alguien pueda tener.

Aceptar el yo

Cuando hables del yo con los demás, puedes invitar a los miembros del grupo a que hablen de cómo pueden aceptar lo que son. Pero a menudo es difícil para las personas aceptarse a sí mismas porque sienten que a menudo son juzgadas por los demás por lo que son.

Puedes hablar en tu grupo de discusión sobre lo que se necesita para ser más tolerante con uno mismo. Puedes debatir conceptos como la forma de gestionar la presión de grupo o lo que dice la Biblia sobre el respeto a las personas y la comprensión de que es vital ofrecer perdón a los que son diferentes.

¿Pueden funcionar también los temas teológicos?

Aunque no siempre son necesarios, puedes incorporar temas teológicos a tu trabajo. Puede hablar de muchos puntos en torno a la fe, como averiguar quién es Dios y cómo es el concepto del Cielo, entre otros temas. Estas ideas pueden ser abiertas y, al mismo tiempo, dar a la gente la oportunidad de compartir lo que piensan sobre su fe.

Introducir ideas teológicas puede ayudar a los miembros del grupo de jóvenes a aprender más sobre su fe y a comprender lo que intentan gestionar en sus vidas. Los miembros pueden empezar a descubrir diferentes cosas que podrían seguir a la vez que se sienten más seguros de cómo están llevando sus vidas.

Este enfoque es más directo que otras formas de comunicarse con los demás sobre su fe, pero es un plan que puede ser razonable si se planifica bien. Asegúrate de que cuando se te ocurran temas teológicos tienes una idea clara de cómo quieres introducirlos y de que sabes por dónde ir con el contenido.

Conclusión

Los planes de discusión de tu grupo de jóvenes pueden incorporar muchas ideas o pensamientos, por lo que es importante saber qué se necesita para crear algo que valga la pena. A la hora de planificar las sesiones de debate de tu grupo, procura centrarte en los temas adecuados y encontrar formas de animar a la gente a empezar a hablar.

Es más fácil tener una sesión más productiva cuando se tienen las ideas adecuadas sobre lo que se desea debatir con los miembros del grupo. Puedes crear un ambiente acogedor y todos apreciarán lo que intentas sacar de la reunión.

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